jueves, 4 de abril de 2013

Estos días

Pues que ya tengo la carne rota y el sudor cansado, de pensar que ya va a cambiar el sendero por el que voy caminando.
Que la noche oscura me envuelve en miedos y los recuerdos mas lindos no alcanzan para abrazarme a ellos.
Pero que tu amor me vale mil sonrisas, que tu cara, que tu gesto acaricia el alma mía  que tus abrazos me abrigan aún en esas noches tan frías.
Que el otro hemisferio de mi cerebro sostiene la fuerza para seguir caminando hacia aquello que anhelo para la vida mía, para no ser pura lágrima caminando a la deriva.
Para, no, ser, cuándo, cómo, qué, pues, todo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario