Cuando sentís que no estás, que no sos, que no amas.
Cuando caes en el abismo y te das cuenta no sos vos mismo.
Cuando queres matar, arrancarte los ojos para no ver esta realidad.
Cuando tu cuerpo grita y no das más. Ahí es cuando decides que me llamas, que me hablas, que me amas, cuando yo te digo callemonos y bailemos este dolor y tan solo tirémoslo.